sábado, 5 de mayo de 2012

Capítulo 21 con lágrimas en los ojos..


Tenía que impedirlo, ¿pero como iba a ir en el estado en el que estoy? necesitaba ayuda para esto, pero si se lo decía a Selenia o a mi madre seguro que me la liaban por querer ir. Pfff dios mío necesitaba de alguna manera impedírselo.
-Mamá, ¿hace cuanto rato que se ha ido?.-le dije con curiosidad.
-Pues hará un cuarto de hora o así mas o menos, ¿por qué?-me respondió.
-No por nada, Selenia vamos a dar una vuelta, ¿vale?.-le dije con tono de tenemos que salir si o si.
-Vale.-cogió sus cosas y las mías y salimos.-Vale ya me puedes empezar a contar porque narices quieres salir ahora.-me dijo parando ya que íbamos lejos de mi casa.
-Pues porque resulta que seguro que Óscar y sus amigos han ido a “hablar” con Tom.-le dije haciendo las comillas con la mano que no tenía escayolada.
-Estas diciendo que van a...-me dijo poniendo mala cara.
-No me mal pienses, tenemos que encontrarles pero no se como en el estado que estoy yo, y no nos conocemos esto del todo.-dije suspirando.
-Tía pues llámale, a ver si te dice donde están.-me dijo dándome mi móvil.
Busqué el número en la agenda desesperadamente, sonaba no me lo cogía, ¿qué iba poder hacer?
-Sele, no me lo coge... vamos dentro ya hablaré con él cuando venga, bueno antes de entrar vamos a la casa de Óscar que le voy a decir a su madre una cosa.-le dije dándole el móvil y mirándola.
-Vale, vamos.-lo guardó y nos dirigimos hacia la casa de Óscar.
Diing doong, tocó al timbre y  nos abrió su hermana.
-Carolina, ¿está tu madre?.-le dije acariciándole el pelo.
-Si, está dentro, ven sígueme.-me dijo abriendo más la puerta para que pudiera entrar con la silla, me iba a dar muchos problemitas, la silla, menos mal que en cuanto me quitaran la de la mano preferiría muletas a la silla.
-Hola Luna, ¿cómo te encuentras?.-me dijo tan amable como siempre.
-Buenas tardes, pues bien mejor que cuando tube el accidente, ¿y tú?.-le dije con una sonrisa.
-Pues muy bien, Óscar no está aquí si quieres que le deje algún mensaje.-me dijo ayudándome para sentarme en el sofá junto a Selenia.
-A eso venía, ¿puedes decirle que venga a mi casa cuando regrese? tengo que hablar con él.-le dije con tono preocupante.
-Vale, yo se lo digo, no te preocupes.-me dijo sonriendo.
-Muchas gracias, me voy.-le dije abrazándola y sonriendo.
-Vale Luna yo le digo eso, ¿vale? si lo ves tú que valla directamente a tu casa.-me dijo conrespondiéndome al abrazo y ayudándome junto a Selenia a sentarme de nuevo en la silla.
-Muchas gracias, hasta luego.-salimos por la puerta y fuimos hacia mi casa.
-Estoy preocupada tía, ¿y si le a pasado algo?.-dije con tono de preocupación.
-No te preocupes, seguro que no le ha pasado nada, tranquila.-me dijo intentando tranquilizarme.
-No puedo... necesito verlo, necesito tocarlo no puedo tranquilizarme.-dije echándome un mechón hacia atrás que lo tenía en medio de la cara.
-Dios.. pues no se como, es que averigua donde puede estar.-dijo echándose el pelo hacia atrás con una mano en forma de taza.
-Voy a llamarle otra vez, a ver si me lo coge si no cuando hable con el va a tener un grave probema conmigo.-le dije extendiendo mi mano para que me diese el móvil.
-Toma, pero no te vallas a estresar, si no te lo coge cuando lo veas haces eso que tu has dicho.-dijo dándome el móvil.
Marqué su número, sonaba iba a colgar cuando de repente alguien me lo cogió.
-Óscar, dios mio,¿dónde estás?.-le dije preocupada.
-Luna estoy en el parque en el que fuimos el primer día cuando te mudaste, ven porfavor.-me dijo respirando fuertemente.
-Vale ya voy, no te muevas de hay no tardamos.-le dije señalándole la puerta a Selenia con la mano, me colgó y salimos a prisa de mi casa.
-Donde tenemos que ir.-dijo cerrando la puerta.
-Mira, vamos recto y después gira a la derecha y cuando veas un parque, ahí es.-le dije nerviosa perdida.
Llegamos y lo vimos allí sentado junto a un árbol, tenía la cabeza agachada, una pierna encogida y la otra estirada. Levantó la cabeza. Tenía el ojo morado y el labio y la nariz sangrando.
-¡Óscar!, dios mio, ¿qué te ha pasado, quién te ha hecho esto?.-dije intentando levantarme con lágrimas en los ojos.
-Luna no te preocupes, estoy bien.-dijo prohibiéndome que me levantara de la silla.
-Pues no lo parece, en el estado que estás...-le dije aún con lágrimas recorriéndome las mejillas.
-Que sí luna, que si tu tranquila.-me dijo levantándose del suelo.
-Vale, te creo vamos a curarte anda que como tu madre se va a poner nerviosa perdida...-le dije mientras íbamos camino hacia mi casa.
-Vale, ¿pero tu madre no estará en tu casa?.-me dijo tocándose el labio.
-No, se ha ido a dar una vuelta con Sora.-le contesté, Selenia estaba muy callada, parecía preocupada.
-Vale.-me contestó.
-Selenia, Selenia, eoo tierra al mundo de Selenia.-le dije mientras seguiamos yendo hacia mi casa.
-Que, que, que, dime perdón no estaba prestando atención.-me dijo mirando a Óscar. Pero bueno ¿atí que te a pasado?.
-¿A mí? que un grupo de gilipollas se a puesto a pegarme, cosa que yo solo quería hablar con uno de ellos.-dijo cogiendo la llave de mi casa que se la había dado Selenia para abrir la puerta.

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