domingo, 27 de mayo de 2012

Capítulo 23 Lo hecho, hecho está


Estuve así dos días sin salir de mi habitación, ni comer ni nada pero al final me digné a salir de mi cuarto y llamar a mi madre para que me ayudase a ducharme ya que no podía sola, Selenia se fue porque se iban de vacaciones a una ciudad donde viven sus tíos porque llevaban ya sin verles como dos años. Hasta que no volviera dudaba volver a verla.
De vez en cuando miraba el móvil y cuando miré por última vez vi 12 llamadas perdidas y 2 mensajes, eran de Óscar, después de lo que me ha hecho como se digna a mandarme mensajes y llamarme... ¿cómo? No me lo creía pero que le iba ha hacer aún le  quiero…
Llamé a mi madre:
-¡¡¡Mamá!!!-grité desde lo alto de las escaleras.
-Dime hija.- me contestó asomándose desde abajo.
-¿Puedes subir y ayudarme a ducharme por favor?- le dije mirándola.
-Si ahora subo, ve preparando la ropa y tal ¿vale?-me dijo sonriendo.
-¡Vale! En mi cuarto te espero.-me fui hacia mi cuarto y saqué del cajón de los pijamas otro pijama porque pasaba de salir  a la calle.
Pasaron diez minutos y mi madre apareció con su brillante sonrisa, siempre tan feliz pocas veces había estado triste, nada más que con las cosas serias que habían pasado.
Me ayudó y mientras estuvimos hablando, le dije ya cuando acabamos que me hiciera de comer que tenía muchísima hambre, que estar dos días sin comer no era bueno.
Bajamos y me hizo de comer, me senté en el sofá  y encendí la televisión puse una película que estaban echando en antena 3. Odio este canal siempre tiene millones de anuncios y te puede dar tiempo hasta irte a comprar, volver y aún no ha empezado, pero bueno algunas películas merecían la pena. Al menos a mí me gustaban.
Tocaron al timbre, mi madre fue y abrió.
-Hola Sara, ¿está Luna? Necesito hablar con ella por favor.-dijo una voz que me resultaba muy familiar, parecía la de Óscar pero no lo sabía seguro.
-Si está, pero no se si deberías hablar con ella acaba de salir de su cuarto hace un rato desde que paso lo que paso…-dijo bajando un poco el tono de voz.
-Ya lo se, pero ahora me siento vacío desde aquel día no he salido de mi casa hasta ahora, la he fastidiado no se lo tenía que haber dicho por favor déjame hablar con ella.-dijo con tono triste.
Dejé el plato encima de la mesa que había delante del sofá, me levanté y fui hacia la puerta caminando como pude.
-Mamá deja, ya hablo yo con él.-le dije apoyándome en su hombro para no caerme.
-¿Segura?-me dijo mirándome a los ojos.
-Si mamá, tranquila, que no va a pasar nada.-cojeé un poco y me apoyé en el hombro de Óscar.
-Vale, ¿os quedáis aquí en la puerta?-dijo mirándonos.
-Si nos quedamos aquí, no nos iremos más lejos como mucho a su casa.-le dije mirándola.
-Vale, gastad cuidado. Y tu, cuida a mi hija como le pase algo, lo que le a pasado a ella te va a pasar a ti.- dijo mirando a Óscar con voz amenazante.
-Vale tranquila que no le pasará nada.-dijo amarrándome por la cintura.
Salimos y cerró la puerta cuidadosamente.
 Me solté de el y  me puse frente suya.
-Que quieres, ¿no me has hecho ya bastante daño?-le dije cruzando el brazo.
-Pues quiero decirte que
lo siento de verdad, me arrepiento de lo que te dije a lo mejor no me perdonas, o no vuelves a salir conmigo… pero de verdad lo siento mucho… lo hice sin pensar y no se si podrás perdonarme.-dijo mirándome a los ojos.
Mostraban tal sinceridad… ¿como iba a poder decirles que no les perdonaría?
-Bueno, mira que vale, que ya está que lo hecho, hecho está, que no se puede volver atrás.-le dije desviando mi mirada de la suya.
-Entonces… eso que es ¿me perdonas?- puso esa carita que tanto me gustaba.
-No lo sé después de lo que me has hecho no lo sé.-le dije con tono de preocupación.
-Luna de verdad, que lo siento que me he arrepentido de lo que te he hecho
, que  a mí también me ha dolido, cuando llegué a mi casa pensé lo que hice y me arrepentí mucho… y después vino Selenia y me echó la bronca por lo que hice, y ya he pensado y he querido venir a decírtelo.-dijo intentando mirarme a los ojos.
No lo soporté más y me lancé le dí un beso y sonreí mientras me abrazó y me miró.

miércoles, 23 de mayo de 2012

capítulo 22 Lo siento... :(


Entramos, Óscar entró el último y cerró la puerta, fuimos hacia el salón y me ayudaron a sentarme en el sofá, le dije a Selenia que por favor fuera al baño a por el botiquín, que estaba en la estantería. Que trajera por lo menos, gasas, betadine y agua hoxigenada. Me lo trajo era una caja no muy grande, fácil de llevar, era blanca con la típica cruz roja en medio.
Le eché agua hoxigenada.
-¡Ay!.-dijo quejándose y haciendo una mueca extraña.
-Lo siento, pero si te han pegado, no puedo hacer nada, excepto curártelo, no te quejes.-le dije dándole un poco más suave.
-Dios, como lo pille por la calle se va a quedar sin cara, esto no se queda así....-dijo cogiéndome la mano para que dejara de tocarle la ceja ya.
-Tu no vas a hacer nada, ¿vale? por tonto mira lo que te a pasado.-le dije cogiendo una gasa para echarle betadine el la ceja para que se le curase.
-Oye, amí no me culpes por querer defenderte del mongo ese.-dijo levantándose.
-No te enfades conmigo solo me preocupo por tí...-le dije poniendo cara triste.
-Yo no me enfado contigo, estoy mosqueado solo, es que me preocupo por ti enserio, ahora no me eches el sermón por querer averle dado una lección, aun que me la lección me la han dado ellos amí.-dijo mirando el móvil.
-Pues vale, si estás mosqueado conmigo desmosqueate, o como se diga...-dije cogiéndole la mano como podía.
-Ya se me quitará déjame ahora mismo  por favor.-dijo sentándose en el sofá a mi lado mirándome para que le limpiara la sangre del labio sin echarle nada.
Se lo limpié, se quedo normal con una herida pero ya no le sangraba.
-No irás otra vez a hablar con él, ¿no?.-le dije mirándole a los ojos.
-No, ahora mismo no, cuando se me cure lo que me han hecho ya iré pero no iré solo.-dijo desviando la mirada hacia el frente.
-Déjalo , por favor cuando me recupere yo, ya voy yo pero tu no, que por tonto mira lo que te ha pasado.-le dije intentando que me mirara.
-Que vas a ir tú, ¿a dónde? ¿a pegarle tu por mí?,Luna no tengas esa fé, no la tengas.-dijo levantándose.
-¿Pero por que me has tomado?, ¿te crees que por que sea una chica no soy capaz de pelearme con un chupa culos de mierda, o qué?.-le dige con genio.
-Oye, que yo no he dicho nada de eso,no creas que yo soy un machista de esos que toman a las chicas por unas débiles, que no son capaces de nada, excepto de fregar, limpiar y poco más ¿sabes?.-dijo levantando un poco el tono de voz.
-¡Pues no, no lo sé! ¿Por qué? porque no te conozco a penas, si llevamos saliendo algo más de una  semana, ¿y qué?, no nos conocemos Óscar no nos conocemos, nos queremos, pero apenas nos conocemos...-en ese instante me arrepentí de lo que había dicho, tenía miedo de como podía ser su reacción ante mis palabras, mierda la había cagado ¿seré tonta en el mundo?-L-lo siento no quería decirlo así.-dije con los ojos llorosos.
-No, ahora no te arrepientas, lo que has dicho ha jodido Luna, me voy cuando creas que de verdad merece la pena que salgamos... llámame o ven a mi casa... como prefieras.-dijo mientras se acercaba a la puerta.- adiós.
-No, por favor, no te vallas... esto es... que estamos... ya sabes ¿cortando?.-le dije casi llorando.
-Lo siento pero paso de que la sigamos cagando con las absurdas palabras que estamos diciendo, tu que crees... cuando creas que de verdad debemos estar juntos, dímelo te esperaré o almenos lo intentaré...-salió por la puerta entristecido y cerró.
-Selenia,¿que he hecho? por favor, dime que lo de ahora mismo lo que ha ocurrido no ha pasado por favor ¡dímelo!.-le dije llorando.
-Luna, lo siento..., pero si ha pasado, de verdad lo siento...-dijo abrazándome.
-No por favor no...- le dije aún llorando.
Me quedé así todo el día, no le contesté nada a nadie, le dije a Selenia que me ayudara a subir arriba ya que sola no podía, me tumbé en mi cama, me abracé a la almohada como pude, y dejé que el rímel de mis ojos callera por mis mejillas junto a mis lágrimas.
Mi madre tocaba de vez en cuando la puerta para preguntarme que es lo que me pasaba, pero yo lo único que le podía decir era que se fuera. Selenia no se que hizo, se fue de mi habitación al rato de estar yo llorando, no se donde abría ido.
Ya no sabía que iba ha hacer, tal y como estoy no puedo ir a donde quiera yo sola. Mierda de todo, primero la accidente, lo que más quiero se a peleado conmigo por mi maldita boca y  ahora no poder ir sola a donde yo quiera...
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se que no es muy largo :S pero no sabía que más escribir y ahora tengo exámenes y tal sorry :S! el proximo espero escribirlo más largo <3
gracias lectores/as osamo!

sábado, 5 de mayo de 2012

Capítulo 21 con lágrimas en los ojos..


Tenía que impedirlo, ¿pero como iba a ir en el estado en el que estoy? necesitaba ayuda para esto, pero si se lo decía a Selenia o a mi madre seguro que me la liaban por querer ir. Pfff dios mío necesitaba de alguna manera impedírselo.
-Mamá, ¿hace cuanto rato que se ha ido?.-le dije con curiosidad.
-Pues hará un cuarto de hora o así mas o menos, ¿por qué?-me respondió.
-No por nada, Selenia vamos a dar una vuelta, ¿vale?.-le dije con tono de tenemos que salir si o si.
-Vale.-cogió sus cosas y las mías y salimos.-Vale ya me puedes empezar a contar porque narices quieres salir ahora.-me dijo parando ya que íbamos lejos de mi casa.
-Pues porque resulta que seguro que Óscar y sus amigos han ido a “hablar” con Tom.-le dije haciendo las comillas con la mano que no tenía escayolada.
-Estas diciendo que van a...-me dijo poniendo mala cara.
-No me mal pienses, tenemos que encontrarles pero no se como en el estado que estoy yo, y no nos conocemos esto del todo.-dije suspirando.
-Tía pues llámale, a ver si te dice donde están.-me dijo dándome mi móvil.
Busqué el número en la agenda desesperadamente, sonaba no me lo cogía, ¿qué iba poder hacer?
-Sele, no me lo coge... vamos dentro ya hablaré con él cuando venga, bueno antes de entrar vamos a la casa de Óscar que le voy a decir a su madre una cosa.-le dije dándole el móvil y mirándola.
-Vale, vamos.-lo guardó y nos dirigimos hacia la casa de Óscar.
Diing doong, tocó al timbre y  nos abrió su hermana.
-Carolina, ¿está tu madre?.-le dije acariciándole el pelo.
-Si, está dentro, ven sígueme.-me dijo abriendo más la puerta para que pudiera entrar con la silla, me iba a dar muchos problemitas, la silla, menos mal que en cuanto me quitaran la de la mano preferiría muletas a la silla.
-Hola Luna, ¿cómo te encuentras?.-me dijo tan amable como siempre.
-Buenas tardes, pues bien mejor que cuando tube el accidente, ¿y tú?.-le dije con una sonrisa.
-Pues muy bien, Óscar no está aquí si quieres que le deje algún mensaje.-me dijo ayudándome para sentarme en el sofá junto a Selenia.
-A eso venía, ¿puedes decirle que venga a mi casa cuando regrese? tengo que hablar con él.-le dije con tono preocupante.
-Vale, yo se lo digo, no te preocupes.-me dijo sonriendo.
-Muchas gracias, me voy.-le dije abrazándola y sonriendo.
-Vale Luna yo le digo eso, ¿vale? si lo ves tú que valla directamente a tu casa.-me dijo conrespondiéndome al abrazo y ayudándome junto a Selenia a sentarme de nuevo en la silla.
-Muchas gracias, hasta luego.-salimos por la puerta y fuimos hacia mi casa.
-Estoy preocupada tía, ¿y si le a pasado algo?.-dije con tono de preocupación.
-No te preocupes, seguro que no le ha pasado nada, tranquila.-me dijo intentando tranquilizarme.
-No puedo... necesito verlo, necesito tocarlo no puedo tranquilizarme.-dije echándome un mechón hacia atrás que lo tenía en medio de la cara.
-Dios.. pues no se como, es que averigua donde puede estar.-dijo echándose el pelo hacia atrás con una mano en forma de taza.
-Voy a llamarle otra vez, a ver si me lo coge si no cuando hable con el va a tener un grave probema conmigo.-le dije extendiendo mi mano para que me diese el móvil.
-Toma, pero no te vallas a estresar, si no te lo coge cuando lo veas haces eso que tu has dicho.-dijo dándome el móvil.
Marqué su número, sonaba iba a colgar cuando de repente alguien me lo cogió.
-Óscar, dios mio,¿dónde estás?.-le dije preocupada.
-Luna estoy en el parque en el que fuimos el primer día cuando te mudaste, ven porfavor.-me dijo respirando fuertemente.
-Vale ya voy, no te muevas de hay no tardamos.-le dije señalándole la puerta a Selenia con la mano, me colgó y salimos a prisa de mi casa.
-Donde tenemos que ir.-dijo cerrando la puerta.
-Mira, vamos recto y después gira a la derecha y cuando veas un parque, ahí es.-le dije nerviosa perdida.
Llegamos y lo vimos allí sentado junto a un árbol, tenía la cabeza agachada, una pierna encogida y la otra estirada. Levantó la cabeza. Tenía el ojo morado y el labio y la nariz sangrando.
-¡Óscar!, dios mio, ¿qué te ha pasado, quién te ha hecho esto?.-dije intentando levantarme con lágrimas en los ojos.
-Luna no te preocupes, estoy bien.-dijo prohibiéndome que me levantara de la silla.
-Pues no lo parece, en el estado que estás...-le dije aún con lágrimas recorriéndome las mejillas.
-Que sí luna, que si tu tranquila.-me dijo levantándose del suelo.
-Vale, te creo vamos a curarte anda que como tu madre se va a poner nerviosa perdida...-le dije mientras íbamos camino hacia mi casa.
-Vale, ¿pero tu madre no estará en tu casa?.-me dijo tocándose el labio.
-No, se ha ido a dar una vuelta con Sora.-le contesté, Selenia estaba muy callada, parecía preocupada.
-Vale.-me contestó.
-Selenia, Selenia, eoo tierra al mundo de Selenia.-le dije mientras seguiamos yendo hacia mi casa.
-Que, que, que, dime perdón no estaba prestando atención.-me dijo mirando a Óscar. Pero bueno ¿atí que te a pasado?.
-¿A mí? que un grupo de gilipollas se a puesto a pegarme, cosa que yo solo quería hablar con uno de ellos.-dijo cogiendo la llave de mi casa que se la había dado Selenia para abrir la puerta.
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